Un momento de placer.

Si esto fuera sólo un momento de placer
Florecerí­a una sonria fácil y tú podrás verlas
Y comprenderla en un instante, si fuera esto
Sólo dolor, se derretirí­a en claras lágrimas
Y tú verás lo más hondo de mí­ secreto sin hablar.
Pero esto es amor, su dolor y su placer no tienen lí­mites,
Porque el amor es el sentido último de cuanto nos rodea;
El amor es la furia de la tempestad, la calma del arco iris,
Por el amor existimos y para amar vivimos. Aprender a vivir es aprender amar.
Porque sólo quien ama vive.
Soy criatura de la luz, de ella vengo, hacia ella voy.
No temo a las apariencias de la oscuridad,
Ni ante el disfraz del mal, ni al manto vació de la muerte.
Son sólo las piedras que he elegido amolar, el agudo filo de mi espí­ritu.
Aquel entendimiento que callaba, tiene toda la voz que no tení­a,
Aquella voluntad que estaba frí­a, tiene todo el calor que le faltaba.
Aquel entendimiento que ignoraba, tiene la ciencia que carecí­a.
Y aquella voluntad que no querí­a, tiene el deseo que nesecitaba.
Aquellas cosas profundas que yo apenas entendí­a,
Desde que el amor las nombras, me parecen cristalinas.
Aquellos ojos cerrados, están abiertos y miran
Desde que el amor le muestran riquezas desconocidas.
Aquellas manos desnudas, ya no son manos vací­as,
Desde que el amor las llena con sus propias maravillas.
Aquellos pasos sin rumbo, ya tienen un camino desde
Que el amor los guí­a.
Aquel corazón oscuro, luce una luz infinita, desde que
El amor lo alumbra con su verdadero dí­a.
Aquel mundo sin objetivo, tiene una razón precisa,
Desde que el amor eterno lo sustenta y justifica.
Aquella pluma de siempre, vive una vida más viva
Desde que el amor la mueve, desde que el amor la inspira.
Aquella vida de antaño responde a peso y medida,
Desde que el amor confunde tu existencia con la mí­a. Vevi0/Primavera/77.