Poemas
Donde no habla el poeta ni ellos, ni las palabras,
los poemas que callan sus labios, donde hablan las cosas.
Palabras de viento, de mar, de cielo
de tierra, suspiros de fuego.
Perfumes más presentes que el olor a muerte
los poemas, de triste figura
que nunca fueron comentados
que no se pronuncian
y que si se pronuncian corren la suerte
de ser encargados de nombrar a los bajos,
al no instruido, al pobre ignorante.
Poemas de pobres insuperables en su pobreza,
amantes de un barrio orillado
despojados de ningún lugar
condenados al exilio de nada,
sin ruido, sin gloria,
de existencia desapercibida.
El último susurro de un viejo en el rincón del bar
de un barco desabanderado en un océano sin nombre,
con más compañía en el mundo que nadie.
Nada, los poemas, nada.