Cada Mujer en el mundo

Cada mujer en el mundo,
madura, joven ó niña,
es el hermoso reflejo
de nuestra Madre Divina.
No debes verla con morbo,
con lujuria, con malicia,
pues es un ángel futuro,
llámese Irene ó Alicia.
Es la dulce compañera
que te depara el destino,
o la madre cariñosa
a quien le debes la vida.
Cada mujer es tu aliada,
es tu prójimo, tu hermana;
la criatura noble y sana,
la más bella y delicada.
Nunca debe ser objeto
de humilación ni codicia,
merece nuestro respeto
y amarla es una delicia.
Pero con un amor sano,
libre de culpas, maduro,
pues es ella un ser humano:
el más hermoso, el más puro.
Es la mujer complemento
indispensable para el hombre
y amarla es el sentimiento
más elevado, más noble.-