El hombre común, actual,
no es sino la semilla
de una ulterior maravilla,
un ángel excepcional.
El hombre actual es la burda
crisálida que contiene
al Super-Hombre que viene,
transformado y majestuoso,
en un Ser esplendoroso;
el resultado final
de un proceso laborioso,
prolongado, espiritual,
a través de las edades,
las virtudes, las bondades,
la lucha y la supresión
de sus mil debilidades
¡hasta alcanzar las alturas
de todas las almas puras,
en un ascenso triunfal!
Hay un Reino Superior
en nuestro inmediato futuro,
un Reino de Amor y Paz
para un Ser Humano mejor,
para un Hombre más maduro,
más elevado y consciente.
Y es nuestro estado presente
sólo el preámbulo latente
de una Era ya cercana
en que la criatura humana
demostrará su valor,
su madurez pura y sana;
raza cósmica y hermana
de todos en derredor,
con su grandeza evidente,
en una Edad floreciente,
de progreso y esplendor.-
Eduardo Ritter Bonilla.