En esta noche
que pasa lenta,
taciturna,
sin clemencia,
en que ni el viento
me roza,
en que daría
hasta mi vida
por besarte en la boca…
sin embargo y a pesar
de mi anhelo,
del desvelo
y dolor de no verte,
me conformaría
con muy poca cosa:
mirarte a lo lejos,
aunque no te enteraras
de lo que en mi…
tu presencia provoca.
En esta noche
en que la luna triste,
desvalida,
se muestra paciente
con mi pena loca,
quisiera tenerte
en mis brazos
por siempre…
sin embargo y a pesar
de lo que yo sienta,
del luto y del llanto,
no puedo evitar
tenerte por siempre
en mis ojos…
en mi mente.
Y es que te amo
y me importa poco
que todos se enteren.
Que sepan que dueles
en mi pecho inerte,
que el corazón
ya no me palpita
si no puedo verte,
que me falta el aire,
que mata la ausencia
del amor negado
tal vez inconciente…
que nadie comprende
y es más que evidente.