Piedra vuelvo a ser
oscuro interludio de una marea
constante,
grita tu cuerpo,
versátil humareda,
que a cada paso
construye y arde.
Hieres, pues inconciente
saboreas la duda
de un futuro permeable,
bella paciencia
de la inconstitucionalidad
que nace ya inestable.
Te continúo pensando,
heredera de mis años
luciérnaga inmóvil
de la inmovilidad
de tanto desengaño.
Has llegado al cenit
de mis instantes
prisma y haz de luz,
canción del otoño
que por serlo
me haces amante!
Porque a la piedra
la corroe, el ánimo,
de tu embeleso,
pasión y despertar
que solaz me provoca,
imagen de tu boca
en la urbe de mis progresos!
Quisiera llamarte mía
y ya ves..hoy me confieso!
que me muero en agonía
que me muero, si no te beso!