Déjame apoyar mis labios en tu pupila,
permíteme rozar con mis dedos tu mejilla,
derrama sobre mi tus ramos de cabello
para guardarlos con ansia y con celo.
Quiero aprenderme tu cuerpo de memoria,
tus rasgos finos me transportan a la gloria
cuando los veo en el blanco lienzo de las sábanas
tendidos, como dibujados por expertas pinceladas.
Que por amor cuando se ama se muere,
no importando morir cuando se quiere.
Déjame de tu interior ser el dueño,
permiteme que capitanee tu sueño,
derrama sobre mí tus perfumenes y tu risa
para guardarlos tomándolos sin prisa.
Que por amor cuando se ama se muere,
no importando morir cuando se quiere.
Déjame arrullar tu rostro suavemente,
permíteme recorrer tu piel muy lentamente,
derrama sobre mi tus caricias y tus besos
para guardarlos como el pirata a sus tesoros.
Que por amor cuando se ama se muere,
no importando morir cuando se quiere
(año 88)