Don sublime es el amor que ella entrega,
es la luz que hace resplandecer mi camino,
en su amor siento la plenitud de su alma,
en su sonrisa puedo gozar la felicidad.
Su ardiente corazón está lleno de amor,
cuando abre las puertas de su alma,
puedo contemplar la dulce faz,
de un corazón limpio y puro.
Me enseña a ser compasivo,
dispuesta siempre a perdonar,
pone en mi corazón su bondad,
me entrega la calma de su ser.
El amor que me da me colma de placer,
me acompaña cual las ondas del mar,
sus manos guían el impulso de mi ser,
su ternura le brota como manantial.
Lupercio de Providencia
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!