Ayer se deslizaba la melancolía
por mi cuerpo,
y los minutos pasaban
aferrada a tus recuerdos,
mojando mis ojos con lágrimas
de cristal que se escurren
por mi rostro y se ahogan
en mi palpitar.
Mi desesperación toca las puertas
de mi fantasía,
Te siento a mi lado
pero no te hallo,
y busco tu ausencia
perdida en el pasado,
yacé mi silencio
en la memoria
de una tarde de amor
que se evaporó,
que se hizo olvido
y jamás regresó.
Hice un puente en mi alma
con dorados sentimientos
por donde tu caminabas,
por donde tu corazón se reflejaba
en mi agua,
donde el sol era la estrella
que con su luz nos guiaba, donde la luna con su intuición
nos aconsejaba,
ahora todo quebró y ya no
nos queda nada,
tan sólo los recuerdos
de nuestra historia pasada.
La fragilidad de nuestro amor
destrozó nuestra alma.