El daño se llama Adriana

Mujer modelo que cabalga la vida
regalando besos al por mayor,
se topo con este jinete y la huida
empezó cuando me pidió mi corazón.
Diez veces dormida en mi cama
con un olor suculento a fiesta,
otras tres veces llorando en su almohada
por decirle vete llevándose la sorpresa.
Cuantas veces a las tres de la mañana
me eh levantando por soñar con ella,
soñando que se va esa mujer Adriana
regalando caricias en hombres de acuarela,
Tan abierta como las puertas de catedral
y tan hermosa como la virgen que hay ahi,
Adriana me ha dejado un daño colateral
y eh maldecido el dia que naci.
No me quejo mas que me enamoro menos de ella,
y si me quejo menos mas me hara un daño,
mejor dejo que reparte su querella
y que a mi me siga regalando sus trapos.