UN VEGETAL

Tirado sobre la hamaca de la choza,

con la mirada desorientada,

con la luz de un mechón apenas

y el último respiro de alivio.

Una mancha verde en el suelo

de la coca verde que el viejo chacchaba,

el ruido del checo calero,

armaba su bolo el coquero.

El fragor que envolvía el ambiente,

la risa y el llanto de la gente,

la bulla y el canto de las lechuzas

hacían un mundo diferente.

La vieja tinaja de barro

posaba encima del horcón,

llena de chicha de jora

colada en mantel del fogón.

En la oscuridad de la noche,

una linterna hacía de mechón,

con el canto de las ranas y los grillos,

las luciérnagas bailaban en su luz.

Se esperó toda la noche jarana

para un consejo de chicha y de ron,

los árboles, el viento y la choza

inspiraron una canción.

Seco como el árbol amargo,

en toda su pena se inspiró,

con su dedo inerte rayó la tierra,

y haciendo su último esfuerzo, escribió:

Pelean como animales,

respiran como árboles,

comen como chanchos

y duermen como perros.