Ya yo soy feliz con lo que ha llegado,
y con todo lo que mi alma mantiene,
feliz porque mi angustia ha acabado,
y feliz por el amor que tú me tienes.
Tú y yo ya somos la misma persona,
ya que nuestro amor se ha juntado,
por eso la soledad a mí me abandona,
porque siento que contigo estoy acompañado.
Nosotros nunca nos dejaremos de amar,
y sé que de mi vida nunca te vas a ir,
por eso es que quiero invitarte al mar,
para que los dos en paz podamos vivir.
Al principio entraríamos sin respirar,
y así Dios nos daría el deseo ordenado,
el deseo de respirar bajo el mar,
el cual es el que siempre hemos soñado.
Sería nuestro deseo compartido hecho realidad,
una realidad que a ti te haya gustado,
y que te sientas perfecta y llena de felicidad,
de que en el fondo del mar yo te haya amado.
EFRAIN TRINIDAD RODRIGUEZ
Morovis, Puerto Rico
PoetaDeDios © Copyright-2000