Más valiosa que las perlas
que se encierran en los mares,
más valiosa que la plata
y que todos los corales,
más valioso que es el oro
y que incluso los diamantes,
más valiosa eres tú;
compañera de pesares.
Compañera que compartes
con paciencia mis dolores,
que compartes mis tristezas
y perdonas mis maldades,
agradeciendo sonrisas
cuando la pena te invade.
Por eso mi buena amiga
ya no hay nada que separe,
esta amistad que es eterna
y aunque pase lo que pase,
y aunque el destino quisiera
que nuestra vida cambiase,
nunca olvidaré a la amiga
que ahora mis sueños comparte.