La rebeldía contra el plagio.

Veamos si es fácil apagar un fuego,
Veamos si es fácil encenderlo.
La otra noche, pues, como sabes,
A todo animal es difícil domesticar en luna llena,
Como pescar y no mojarse el trasero,
Eso no se vale a quien o engañan, quienes
A ti mismo o al prójimo donde estaríamos,
Sin respeto al que utiliza las ultimas neuronas,
Para poder vestir un verso con ropa nuevas.
Los versos lo pueden trasversal o dejarlo como esta,
De algunas metáforas. Esas poesías son mías
Como dice el poeta que la escribe y la mimas
Todos los días las pongo debajo de mi celebro
Y los cultivos con pensamientos. Esdrújulos
Es mi rebeldía contara el déspota.
Recopile estas palabras para ti, versos.
No los que tienen el lujo y la soberbia de las respuestas.
Tomo partido por el bando de los tísicos,
Los surrealistas, que vaivén, sin tonos,
La quebradura del tiempo.
La división natural entre el que responde,
Y el que interroga.
Ese deslinde que se interpone,
Como animal mutante.
Entre el espacio del que descubre y dice palabras,
No repetando hasta lo desconocido,
Como el junquillo en la hoguera.
Incómodo, insurrecto, tonto, maniático de prosas,
Por el sagrado desorden del espiritusanto.
En esa paráfrasis que se descompone,
Donde lo prohibido es lo divino.
La palabra.
Diamante de la lengua,
Se convierte en universo, Biblia, de satanismo.
De Pandora, intervención poética,
Resquicios y puentes, de laberintos,
Socorrido desarraigo del silencio y la diáspora.
La rebeldía contra el plagio,
La palabra poesías ante todos es incertidumbre.
Copyright © 2009 Ramiro Álvarez C 12-22-09