Este día 21 de septiembre de 2002, pude ver brillar el sol con todo fulgor,
Salio diciéndonos aquí estoy para seguir alumbrando sus caminos,
Para seguir apostando por la vida, cada mañana marcado por el destino.
Ostentándome esperanza, (en el ocaso aparente), dicha, fuerza y vigor.
Supe del dolor…talvez para sentir y apreciar el valor real de mi entorno,
Ambule las sendas bifurca, aprendí a ser justo, baje de mi montura,
Buena venturanza, extendiese manos piadosas con bondad y mesura,
Entonces comprendí, que en la lucha no estaba solo y no seria en vano.
Rumie miedo y angustia, sin mostrar agobio ni mucho meno flaqueza.
Nada ni nadie tiene más valor, (Ho, Mi Dios, es que es mí amada esposa)
Ahondé en cada espacio de mí ser, en busca de una nueva promesa.
Ratifico a ti mi Creador mi Fe incondicional, y una renovada esperanza
Durante dure mi existencia, apreciare la mano que tengo entres mis manos,
Ansió tenerla como antes. Amada mía…juntemos las manos y sigamos el camino.