Me alocas amiga, y acaso te das cuenta,
y con tu risa abierta me miras tan coqueta,
y miro que eres bella detrás de esos lentes,
y otra vez tu risa retumba en mi mente.
Amiga de ensueños, estela querida,
aurora lejana que alumbra mi vida;
te adoro en silencio y acaso lo sientes
y yo poco a poco muero de pena por verte.
Eres adorable, estrella inalcanzable
del infinito espacio sideral que me envuelve;
estás a mi lado y a la vez tan distante,
cual amor prohibido, estrella itinerante.
Eres la más bella flor de primavera,
la luz más candente que alumbra mi hoguera;
de este corazón loco que poco a poco se quema
sin saber que amarte, acaso es una quimera.
¿Sabes amiga? Me alocas cuando ríes,
y cuando me miras se ilumina mi rostro;
¡Ay!, Si tú supieras que por dentro me derrito
cual frío hielo de un invierno de Agosto.
Rompamos amiga, los dos este instante,
rompamos las reglas de juego y amarte;
cual urna de vidrio que vuela en mil pedazos,
y llenar tu bello talle de besos y abrazos.
Lejana te veo, rabioso, indolente,
mordiendo mis labios pronuncio tu nombre;
anuncia un suspiro mi pecho ya inerte, que
amarte es mi meta; besarte y quererte.
Cuando tú me miras, me siento como ausente
de este amor que sufre por querer sin tenerte,
y en otros brazos me consuelo, resignado a perderte.
Mientras tanto te miro. tú sonríes ofuscada
al entorno hipócrita que me impide quererte,
y yo sufro tanto al ver tu mirada,
tan indiferente detrás de esos lentes.
Marco Senmache Rodríguez - Perú