A UNA GRAN PERSONA

Eres muy buena persona.
Pero te hicistes un mundo
de lo que era
tan sólo un granito de arena.
Te eché mucho de menos
en mi fiesta de despedida.
Te echo mucho de menos ahora
que camino hacia la sima.
Eres el único eslabón
que me unía a la cadena.
Cadena que nó de prisión.
Sí de enlace con esa tierra
a la que tanto quiero yo.
Pero lo mismo que un rayo mata
al pobre campesino
que tranquilo está en su labranza.
Lo mismo un pico de maldad
se interpuso entre nosotros
y calcinó nuestra amistad.
Aquella bonita amistad
que de forma natural
fué creciendo día a día.
Y que a mí me hizo pensar
que nunca se acabaría.
Pues si cabe,
la alta cima alcanzaría.
La cima de los derroches
del agua limpia y cristalina.
P.D.
Aunque ya no nos hablamos
y se distendieron, de nuestra amistad, los lazos.
El día que tú lo quieras tendrás,
mi sincero y fuerte apretón de manos.-