Le extraño con las manos le pienso con el corazón, le transpiró en la mente y le añoro en los labio.
Muero por verle, por verle sonreír, por un rose de sus labios, una caricia de su mirar.
El corazón palpita los sueños le imploran, le sueñan. Le extraño en letras, el aire no huele igual y la luna brilla menos.
Intento en ella buscarle y sonrió cada que la miro, mas no se compara con su presencia con su piel en mis manos sus labios en los mios, con sus mano, sus manos bellas rosando las mías, y con el recorrer de su cuello.
Le extraño, le extraño cuando respiro cuando el agua cae cuando las flores vuelan en la mente y las orquídeas abren.
Loba mi loba muero por verle y platicar con vos.