-lágrima...

Espiral nuboso
que a tus ojos acude.
Solitaria gota
que desciende impertérrita.
Esa pena tan honda
que sacude tu alma
en estertóreos momentos
cuando no vales nada.
No reclamas a la aurora
venturosas mañanas.
Ni la tarde recoge
con ansias su llegada.
Se te apreta la garganta
cuando escuchas pasos
llegar hasta el dintel
de la puerta de tu casa.
Adivinas su mirada
de odio trasparente.
Entre tanto las luces
se encienden cabizbajas
y no alumbran tus ojos
pues en ellos no hay lumbre
solo vestigios taciturnos
de soledades guardadas.
Ha llegado la hora
de retener dentro de tu alma
la voz ancestral de la lluvia
que comienza a escurrirse
en completo silencio
desde el centro de tu calma.
Porque si te ve muy triste
se reirá en tu cara,
te dirá que no llores
que es una bobada.
Te negará que baje
un espiral nuboso
solitaria gota,
para él no vales nada.