La flor de mi orgullo

Recuerdas una vez te dije, que eras como una flor
porque en ti se concentraban todos los matices.
Tus ojos son como gemas de diamante bajo las luces.
Las flores de todas las plantas regalan su candor.
Pues eso dije solo por la belleza que reunía toda tu ser,
sin pensar que sería esclavo de aquella apreciación.
Te veo igual ahora, que no estás conmigo en esta dimensión
en que vivo. La aridez del terreno, no te impide florecer.
Eres mi planta perenne, donde vaya y por donde voy
a la naturaleza dignísimamente regalas todo tu candor,
belleza real embelesa cautivando y me siento tu amador
donde mire, yo te veo y es la razón que de ti esclavo soy.
En todas las estaciones siempre hay una planta que florece.
No me entristece verte en todo lado, ni los regalos engalanes
ni que estés en cada centro meza adornando todos los rincones
sigo orgulloso de tu belleza y no ser celoso me favorece.
Autor: Alcibíades Noceda Medina