Los Hipócritas.

Cuantos caminos a recorrer encontraremos
y deducir perdurables, certeros o posibles
en los que los hombres reconoceremos
al verdadero ser, o a sus máscaras temibles
Estará siempre la presta fachada e ilusoria
con que se engaña, se fabula o se miente
creando imágenes que agenda la memoria
como el germen del dolor de nuestra mente.
No son dos, siempre uno, el otro va mintiendo
aunque nos convenza siempre y elijamos
sus imaginarias máscaras que nos irán diciendo
que la verdad es la mentira con que actuamos.
La sociedad en este mundo siempre exige
jamás salir de rituales normas prefijadas
así el otro yo, se esconde y cruel nos rige
marchar con las mentiras estructuradas.
Y es de espanto ver con que prejuicio
los mismos que esconden sus verdades
juzgan a otros que con distinto juicio
muestran su verdad sin falsedades.
Para ser ladrón basta robar solo una vez
y un solo crimen te vuelve en asesino
pues el otro te miente si tal vez
no fue del error el único camino.
Mas es verdad que nadie que ha faltado
en acto o pensamiento a sus valores
no creerá que el yo podrá ser engañado
ocultando o disfrazando sus errores.
Tarde o temprano la verdad agazapada
desnuda al hipócrita, siempre artero
que en lugar de aceptar su mascarada
siempre en condenar a otros, es primero.