La lavandera

Ahí va la lavandera
con su ropa nueva y
sus nuevas remiendas.
será mío ese pelo moreno
aunque me quede para siempre
sin comerme un triste buñuelo.
Lavandera te quiero
y quiero que seas mi esposa.
Cervecero es mío este cuerpo
y con esa facha
no será ni tuyo ni de tu cosa.
Lavandera el esquinazo que me das
es una terrible tormenta
que a mi alma empapará.
Cervecero, que truene si quiere,
y que bien te moje
que muy bien te vendrá.
Por esa lavandera
hago lo que se me mande
mas mi corazón esta que arde.
Cervecero dame un beso
aquí delante de todo el pueblo
pa' que la gente
se entere cuanto antes
que la lavandera de los pechos grandes
tiene al cervecero
como al amante número doscientos.
Lavandera qué me cuentas,
mas no te creo
porque siempre te veo sola
con tu canasta a cuestas.
Eso es porque sólo ves
lo que hacen estos pechos,
por cierto muy bien puestos,
de puertas para afuera.
No me digas,
lavandera mía,
que en tu casa te desmelenas.
Mira si hay gente en mi casa
que si vinieras
solo podrías dormir sobre mis pechos
o dentro de la pajarera.
¿Quiénes son los hombres
que ese cuerpo han tocado?
Todos los hombres del pueblo
acabados en -ero.
Mas si eso me dices
solo estuviste con
Luis Tejero,
el hijo del dueño de la viña
Vaya ignorancia la tuya,
y vaya desdicha.
Pues aunque también él acabe en -ero
por mí han pasado:
Cartero, frutero, canastero, banquero, recadero,
ovejero, carpintero, cristalero, panadero
Y si también cabe,
estuve con un usurero.
Cervecero, yo soy de vida alegre
y mientras este cuerpo aguante,
¡Que las cabras vayan al monte!
que yo me encargo de los cabrones.