Alegrad los corazones,
alegrad también el alma,
vamos corriendo a Belén
hoy, que la noche está clara.
Nos alumbran las estrellas
y hasta el lucero del alba,
y muy pronto saldrá el sol
al despuntar la mañana.
Me han dicho que va a nacer
de una madre, virgen, casta...,
el Rey del cielo y la tierra,
de los vientos y del agua,
de los mares y los ríos
y también de las montañas.
Dicen que llegaron ya
en una borrica mansa,
la Madre que va a parir
al querubín de la casa,
y el bueno de su marido
los protege y acompaña.
Mas, está desesperado
porque no encuentra posada,
y la Madre parirá,
parirá donde haga falta,
aunque sea en un establo
entre mula, buey y paja,
para que esté calentido
y no sufra su garganta.
Llevemos en el zurrón
leche, pan y unas castañas
para que coma la Madre
de quien nos trae esperanza
para la paz de este mundo,
la paz, que tanto nos falta.
Chelo Álvarez