Nuevamente está esa canción en mi cabeza, inicia de la misma forma que lo hacía a tu lado, comienza la primera estrofa y mi corazón calla, como si mi mente le suplicara dejar de sentir y se permitiera recordar, mis muslos te recuerdan al mismo tiempo que mis manos activan la memoria de tu cuerpo, mis ojos se ahogan en un instante, y mis labios solo recuerdan el sabor de las lágrimas que me provocaste... Mi corazón vuelve a latir ignorando la orden de silencio, el tiene fe en un nuevo día, pero mi mente sigue escudriñando los huecos del pensamiento, busca esa canción que me remonta a dónde una vez fui feliz. Es todo, la canción acabo y el daño está hecho, a lo lejos se escucha la vida, mis pies dudan en dónde están parados, mi cuerpo teme un moviendo en falso esos que me llevan hacia ti, mis labios pronuncian tus últimas palabras y así marcar la sentencia de mi dolor; comienza de nuevo la canción y vuelvo a viajar en el tiempo nada ha cambiado estoy atrapada en el laberinto de mi dolor.