Nada soy,
por eso mi nada nadea
sobre tu universo.
Por rincones... donde la mano del hombre,
jamás ha palpado y sentido,
desbordando mares y ríos,
activando volcanes,
y despertando desiertos sinuosos y coquetos.
Por eso mi nada nadea
sobre tu universo.
Y en donde no hay puntos cardinales,
yo me pierdo una y otra vez en tus honduras,
y no me canso de recorrerte,
sólo existes tú.
Y me miro en el espejo de tu alma,
y vuelvo a existir.
Por eso mi nada nadea
sobre tu universo.
Aquí no hay esquinas, ni calles,
sólo existe tu universo.
Tus ojos abiertos son infinitos amaneceres,
y tus ojos cerrados son las noches que me devoran mágicamente.
Por eso mi nada nadea
sobre tu universo.
Perdiéndome con tu suave respiración,
y revivo y muero
sintiendo y pensando en tí,
dentro de tí, en donde vuelvo a renacer
dándome cuenta que nada soy,
porque tú lo eres todo.