Que has hecho de mí
que en tus brazos me tienes,
como muerto en la vida
de lo que nada prefieres,
muñeco de trapo
que llorando desesperas
carnaval de madrugadas
que se pasean cual quimeras,
y aquella luna sedienta
que de beber le hemos dado,
con los besos a tientas
en nuestros cuerpos dorados,
que habrá sido de nosotros,
y de ellos, que nos quisieron,
hoy muertos en nuestros ojos
y vivos por lo que perdieron,
Mírame! y ahora dime sin pausas
si aún tiemblas a mis miradas,
que de ser así, efecto sin causa
entonces aquí..no ha pasado nada!