Son los enigmas que mi historia tienen,
misterios que siempre acompañan el camino de mi ser,
sombras que aparecen y se pierden
por las nubes que yo no he visto aparecer.
Secretos guardados en el fondo
del baúl mas íntimo de mi mismo,
sacas caídas al final de lo más hondo
abandonadas, con asombro, en el abismo.
Llenas han quedado, de trozos de mi vida
apilados sin orden, sin concierto
olvidados, ni siquiera, por la rima
apiñados en montón y sin acierto.
Al final, arrastro tanta carga
que me pesa y me detiene;
no puedo con tanta mercancía amarga
¿Por qué tu consuelo no me viene?
Son ya cincuenta, los que guardo en el armario
cincuenta largos caminos recorridos
apenas un cobijo, para descansar, me da el salario
casi no me acuerdo, de que estén vividos.