Serena en mis silencios.

Como no extrañarte cuando no escucho diariamente
el susurro de tu voz marcando mis movimientos,
y tu risa cuando expreso ese sentir permanente
de decirte que mi cartas están echadas por momentos.
Quiera Dios que algún día por fin comprendas
la química que existe de sentirte lentamente,
con los ideales concretos y los ojos sin vendas
carentes de maldad, verdaderos y subyacentes.
Y como no extrañar las dudas impensadas
que llevas dentro tuyo a modo de escarmiento,
hasta que ya un día te desnudez en miradas
y el alma te duerma serena en mis silencios.