Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Poesía
Todos
Ordenar por:
Mas recientes
Menos reciente
Más vistas
Defecto
Poema
La Poesia que ha intentado acceder no ha sido encontrada en nuestra base de datos, a continuación le mostramos una poesia aleatoria.
Categoría: Dolor

La Redención Milagro y Locura de Amor

1
El Hombre contra Dios se ha rebelado.
Y Dios, en la Persona de su Hijo,
Hombre se hace y baja a perdonarlo.
Pero el Hombre no acepta a Su Enviado,
Y en vez de recibirlo agradecido,
Devuelve su Hijo a Dios, Crucificado.
Mas por Amor a Su Hijo,
Su Padre Dios, en vez de castigarnos,
Nos dio por redimidos
Y quedamos los Hombres perdonados
Y Dios, en sus demandas, atendido.
Nada pudo el Pecado
Contra el Perdón.
Todo pudo el Perdón
Contra el Pecado.
Pudo más el Amor que la Justicia.
Y ese fue el Gran Milagro
Que hizo Cristo a su paso por la Vida:
Perdonar a los Hombres sus Pecados.
Con la Gracia perdida
Volver a reencontrarnos.
Fue tan grande el Milagro,
Que a la Moral más pura y exigente
Le pareció un Escándalo.
Dios no hizo Justicia con nosotros.
Dios no nos castigó nuestros pecados.
Jesús pagó por todos.
Y El era, de entre todos,
El Único Inocente.
El Solo libre de todo Pecado.
Los Culpables quedamos redimidos
Y Dios reconciliado.
¡Qué injusto que fue el trueque!
¿Por qué, si Dios es Justo, lo ha aceptado?
Para hacernos Benditos,
Ante Dios y los Hombres,
Jesús se hizo Maldito
Ante Su Padre.
Para hacernos Benditos,
Ante Dios y los Hombres,
Llenó el Mundo de Amores
Y de Su Padre, Nuestro Padre hizo.
Si sólo por Amor
Dios creó al Mundo,
Solamente el Amor
Podrá hacer que este Mundo
Acabe siendo lo que quiso Dios.
Y si a serlo empezó,
Fue solamente porque Cristo vino
Y con Su Amor al Mundo redimió.
Si es Locura el Amor y hace Locuras
No hay Locura de Amor que en Amor gane
A la Locura del Amor de Dios.
Y a esa Locura, Dios le puso Nombre:
La Redención del Hombre.
El Triunfo del Amor. 2
Tanto nos amaste
Dulce Jesús Mío,
Que no hubo Pecador arrepentido
Al que no perdonases,
Ofreciéndole el Reino Prometido.
Con la Samaritana así lo hiciste:
En premio al Agua que te dio a beber
Tú le ofreciste otra
Que como un surtidor salta hasta El Cielo
Y apaga para siempre nuestra Sed.
Lo hiciste así también
Con la Mujer Adúltera,
A la que habían todos condenado
Y a la que sólo Tú no condenaste:
Tú que eras, de entre todos,
El sólo limpio de todo pecado.
Al Buen Ladrón, que compartió Contigo,
Tu Agonía y tu Llanto
Le bastó creer en Ti
Y confesar humilde sus pecados
Para que hicieras de él el Primer Santo.
Y aquella misma tarde,
La más gloriosa y triste de la Historia,
Saltó, desde la Cárcel,
A la Gloria.
Y en la más bella y tierna
De todas tus Parábolas
Nos vuelves a contar, enternecido,
Cómo a su Hijo Pródigo,
Con los brazos abiertos
Le recibió su Padre,
Del que también hiciste Padre Nuestro.
No le aplicó el Castigo
Que nosotros, los Hombres,
Hubiéramos juzgado merecido
Y sin piedad hubiéramos dictado,
Con frío Corazón y Alma implacable:
“Que el que la haga, la pague.
Que todos los Malvados
Se pudran en la Cárcel”.
A todos perdonaste, Jesús Bueno,
Al darnos el consejo
De no juzgar a nadie
Para no ser juzgados
Por juzgarles.
Jesús, fuiste tan Bueno,
Que por el Mundo fuiste
Disculpando Maldades,
Consolando a los Tristes,
Con Tus Bondades.
Y, pues es imposible que los Hombres,
Te podamos pagar Amor tan grande
Volvemos nuestros ojos a Tu Padre
Para decirle y para decirte:
Jesús, que en nuestro nombre,
¡Dios te lo pague! 3
Ya el Amor y el Perdón
Triunfan de la Justicia y el Castigo.
Ya está aplacado Dios
Y el Hombre Redimido.
Dolor y Amor se juntan
En todo Pecador Arrepentido.
Y su Dolor y Amor le purifican
Más que cualquier Castigo.
La Justicia de Cristo
Misericordia y Redención se hacen
Cuando llega el momento de juzgarnos,
Pues nadie como El sabe
Cuán poderosa es la Tentación
Y cuán débil y frágil nuestra Carne.
Lo que en el interior del Hombre está pasando
Cuando de Dios se aparta
Y cae en el pecado,
Tan sólo Dios lo sabe,
Pues sólo Dios penetra en nuestras Almas.
Si lo que pasa el Pecador pasáramos,
Quien sabe si no hiciéramos lo mismo
De lo que le acusamos,
Sin querer conocer por qué lo hizo,
Y quedáramos todos condenados,
Sólo por condenarle,
Pues sólo quien perdona, es perdonado.
Por eso, Jesús Mío,
Por eso, Jesús Bueno,
En el Día temido y esperado
Del Juicio Universal
¡Qué sorpresas más grandes
Nos vamos a llevar! 4
Jesús, te lo confieso.
Estoy avergonzado:
Si a Ti mucho te amo
Más a Tu Padre temo.
En Ti el Amor le vence a la Justicia.
Tu Padre es ante todo Justiciero
Y sin piedad a todos nos la aplica.
Si así, Jesús, Contigo,
Se comportó Tu Padre,
¿Cómo, cómo conmigo
Tendría, Jesús Mío,
Que comportarse?
Jesús, cuando me muera,
Haz de Abogado mío ante Tu Padre.
Que si Tú no me salvas,
No me salvará nadie.
Datos del Poema
  • Código: 348035
  • Fecha: 18 de Abril de 2011
  • Categoría: Dolor
  • Media: 6.96
  • Votos: 77
  • Envios: 0
  • Lecturas: 1,543
  • Valoración:
Datos del Autor
Nombre: luis de la morena
País: EspañaSexo: Masculino
Fecha de alta: 23 de Septiembre de 2010
Ver todas sus poesías
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.19.30.232

0 comentarios. Página 1 de 0
Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Poesias: 99,627
»Autores Activos: 4,260
»Total Comentarios: 47,522
»Total Votos: 9,266,099
»Total Envios 159,596
»Total Lecturas 142,892,756

© HGM Network S.L. || Términos y Condiciones || Protección de datos | Política de Cookies