Fue por amor, lo sé, que descendiste,
divino orfebre desde el alto cielo.
Fue por amor y fue por mi consuelo
que tantas bendiciones me trajiste.
Fue por amor, porque de amor heriste
mi pobre corazón con tanto celo
que sólo por amor amar anhelo
los sueños que en el alma me encendiste.
Mi mundo por amor está gimiendo.
Mi mundo por amor está clamando
y el peso de tu Cruz está sintiendo.
Empero, mi Señor, yo no comprendo
por qué si te amo aún sigo pecando,
por que si me amas Tú, sigo sufriendo...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC