Nombre de aquella
mujer colosal
que enmendó caricias
en mi piel,
por detrás
y por doquier
Victoria ella
la mujer de mi querer,
con belleza perfecta
rentando su cuerpo
como pared
para cinco tatuajes.
Victoria, el embriague
que me hace probar
cuando me toca,
cuando bajo ese tirante
y empiezo a besar
los guantes que cubren
su hombro.
Victoria hermosa
por los desaires
a los ojos
que la ven caminar,
y la corriente
de sus poros
que me hace respirar
y sentirme vivo,
Victoria cultural
de época
y yo caudillo
hecho de lodo
y ella mi todo
sin ocultar
Victoria, que tu
verdadero nombre
es otro.
Seis años mas
de Victoria
y bien puestos
sin marginar
que mi alma los
soporta,
nuevas experiencias
tan viejas
como la vida,
Victoria tan bella
y consentida
de mis brazos,
este es tu poema
y tambien mis días,
mi vida entera
es tuya,
Victoria, la acuarela
y la poesia de mil
artistas, pero la
única en mi
dueña de mis rimas,
de mi cama y
de mis risas.
Victoria, me encerré
en ti y hoy
no encuentro salida,
moriré y morire
poco a poco
sin prisa,
pero Victoria,
no olvides esta prosa
que te dice.
Te quiero.