Batallas que fueron guerras.

De tanto en tanto, recorro de la vida algún sitio elegido
Prósperas visitas a aquellos lugares de mi alma
Que en cada página de su libro tienen a modo de latido
Las estrofas inmensas que jamás pierden la calma.
De vez en cuando y atado a algún sueño pasajero
Me dejo llevar por las pendientes bizarras de submundos
Recorriendo sus paisajes distintos y tan serenos
Que dejan sus huellas impresas en lo profundo.
Y a veces, cuando todo se semeja a rutinas partidarias
De algún mentor extraño cual profeta del destino
Alcanzo a comprender que sus políticas rudimentarias
Son tan nuestras que merecen morir en el camino.
De todas formas, mi vida tiene y tuvo la caricia permanente
Del aire a libertad a la que jamás renuncié perdiendo
Batallas que fueron guerras contra parte de mi gente
Sin saber que su aroma a sangre aún continúo percibiendo.