El ocaso de una mujer.

Orgullosa paseas tu beca de señora
tu deseo de ser mas que todas en conjunto,
orgullosa ocultas que te ha llegado la hora
de aplacar tu sed de conquistar al mundo.
Señora de rasgos finos y arrugas escondidas
entre aventuras infieles de razones varias,
se te viene el universo del fracaso encima
y altiva permaneces en poses estrafalarias.
Señora de mente joven y corazón imperfecto
buscaste el peor momento de concebirlo,
y hoy que te deja en pretérito pluscuamperfecto
el verbo te dibuja la peor manera de vivirlo.