Verbos pluscuamperfectos.

No quiero que te sometes a mi ignorancia
ni al pecado del verbo amar en pluscuanperfecto,
no quiero que la subvención de mis fragancias
te llegue a cuenta gotas a esos tales efectos.
No quiero que me juzgues en apariencias
ni que me mires con los ojos del verdugo,
no quiero que me apalabres las ausencias
y me silencies lo que jamás en mi estuvo.
No quiero que te vayas sin decirme todavías
ni que vengas callada a amarme con secretos,
no quiero que te vistas de seda sin poesía
ni tampoco me ames con verbos pluscuanperfectos.