Las hogueras se clavan en la noche
como dientes de luna llena,
entre ellas danza mi brujita,
resplandeciente como una tormenta.
Al hacer girar sus harapos
parece una rosita negra,
y se me hunde hasta el alma
la espina de su belleza.
Si en verdad sois malvadas
y podéis convertiros en bestias
despedázame con tus garras
o demuéstrame cómo besas.
Dónde están los calderos, las escobas,
dónde vuestra maldad arrugada y vieja;
Yo sólo veo un puñado de chiquillas
alborozadas como en una fiesta.
Quizá los peores brevajes salgan
de podridas y perversas lenguas
en las que acaba siendo lobo
todo el que no quiso ser oveja.
"No replicarás a tus padres,
obedecerás a tu esposo y señor,
te inclinarás ante los poderosos,
venerarás a tu dios".
¡Rotas, para siempre rotas! gritan sus pies
bailando sobre sus cadenas.
¡Loca, por siempre loca! se lamentan mis ojos
mientras me acerco hacia ella.
Y nos acariciamos como sólo se pueden acariciar
quienes ya en vida fueron almas en pena,
y miramos las llamas con la orgullosa fatalidad
de los que saben que un día acabarán entre ellas.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!