La muchacha triste

La muchacha triste se encuentra acostada.
Sus ojos son negros de dulce mirada.
Infantil el alma que aún no ha crecido.
Llena de misterio. Llena de cariño.
Sus negras pestañas se mueven y fijas
entreabren el alma sus dulces pupilas.
Como se refleja la luz que la guarda.
Como se reflejan la paz y la calma.
Es tan silenciosa. Es su fe tan clara.
Es su mundo ancho como el alma humana.
La muchacha triste tiene una sonrisa
que habla de algo que suena en la brisa.
La muchacha alegre ríe, ríe, ríe.
Y todo en aire por ella, le sigue.
La muchacha es pura. La muñeca es linda.
Pues tiene en los ojos un alma de niña.
Y aunque está acostada y su cuerpo gime,
no le llora el alma pues su alma ríe.
Hasta pronto niña, hasta ahora, ven.
La luz es tu signo no salgas de él.
RosaGranaina
17/4/2007