Viajero

Decidí abordar mi barca

Hecha de esperanzas lanzadas sobre las olas

Y el mar inmenso me recibió con benevolencia

Mientras manos invisibles cardan

Los hilos del telar llamado destino.

Izé la vela

Al ras de la aurora enfebrecida

A bordo estamos sólo mi alma y un lamento

Mientras el viento sopla a popa

Hinchando con gracia el velamen.

Así, el céfiro traza mi camino

Mientras la barcaza se mece con las olas

Y me siento en el puente dejando el timón

Sin rumbo fijo

Para perderme en el azul infinito

Donde termina el crepúsculo.

La brisa marina se estrella en cristalinas astillas

Sobre la barcaza

Mientras veo la estrella de la mañana

Temblar

Titilante, fugaz

 con su rostro de siglos…

Detener el tiempo.