Se busca por mar y tierra
a una mujer especial,
imposible confundirla,
es preciso perseguirla,
capturarla y remitirla,
pues es una criminal.
Sus delitos son muy graves:
robo, despojo, evasión;
le di de mi amor las llaves
y robó mi corazón
y "voló", como las aves,
no sé en qué dirección.
Me despojó de mis dudas
con sus locas travesuras
y se ha llevado mis besos,
sus labios los quiero presos
de mi boca en la prisión;
también me robó los sesos
sin la menor compasión.
¡Que me devuelva mis sueños,
mi tiempo y mis esperanzas!
Las más terribles venganzas
merece por sus delitos,
pues con ese par de ojitos,
limpiamente, me estafó.
Como su culpa es inmensa
y grande mi tribulación,
ofrezco una recompensa
a quien me dé su ubicación,
pues ya sólo en ella piensa
mi obnubilada razón.
A quien la encuentre, le pido
de la forma más atenta
que me notifique el nido
de esa "pájara de cuenta",
pues tiene a mi alma sedienta
desde aquel día en que se ha ido.-
Eduardo Ritter Bonilla.