Con el susurro de tu dulce voz,
que es como una canción de amor y
tu suave aliento en mis oídos,
diciéndome te amo con todo mi amor,
pero mi corazón, te ama con locura.
El calor de mi cuerpo desnudo junto al tuyo,
el tibio roce de mis dedos sobre tu piel,
mis suaves caricias sobre tu cuerpo y tu piel,
se excita y emana esos deliciosos aromas,
que vuelven loco todos mis sentidos y
mi corazón te entrega todo mi amor.
Desnudos nuestros cuerpos,
cada plano, cada curva se acopla y
se nutre de amor entre nosotros.
Tu piel y mi piel se juntan, se excitan y
arden juntas con ese peculiar olor a almizcle.
Mis gemidos son ecos de los tuyos y
el temblor excitante de tu cuerpo,
es el temblor incierto de mis manos,
estremece la firmeza de tu bella espalda.
Las caricias que prodigas con amor,
por todo mi cuerpo deseoso,
por ser amado por tus deseos y
tus pasiones, tu labios besando mi cuerpo y
tu boca en mis pechos en beso eterno;
tus manos cálidas, juguetonas e invasoras, acrecentando nuestros mutuos deseos,
llevándome a los confines más infinitos.
Hay una hoguera que nos abrasa,
hay como un fuego líquido y candente, en el aire que nos volverá locos de pasión.
Amarte es un fuego candente escondido, cuan lava dentro de un volcán en erupción, una agradable llaga en mi corazón,
tus besos un dulce y sabroso veneno,
una agradable dolencia y un tormento que,
vale la pena correr, por tener tu bello cuerpo, desnudo en mis brazos, para que pueda acariciarlo y amarlo con deseo, pasión y mucha ternura.