Doblan las campanas, de cualquier casa hermana. el grito de aquel barrio, el miedo que azota tu mañana. en cada campanada lejana. la vida no tiene precio, sea cual sea tu ventana. Situación insostenible, se vive aqui. Fieras Miserables, buscando su fin. vida por muerte a seguir. ¡Venezuela dejó de ser admirable! Ni el turista quiere venir. Y nadie es condenable, y nadie siente el sufrir. No importa si erés rico o pobre, si vives en urbanización o barrio. Si erés anciano,niño,mujer o hombre, Si tienes casa,rancho o palacio. ¡No hay ningún ministerio! quedé la cara por su nombre. en mis campanas de poemario, ¡que nadie se asombre! Y asi doblan las campanas, de cada mañana. cayendo sobre desiertos, en los corazones de cada ventana. Dejando surcos abiertos, a cada muerte venezolana. SOL.