Mi vida es una sombra acuchillada
que sangra y sangra siempre sin quejarse.
Por más que el tiempo injusto la amordaza,
la más pequeña luz la fortalece.
Aun la flor más humilde la entretiene,
el gorrión más sencillo la sustenta.
Está llena de sueños,
pródiga de quimeras.
¡Mi vida! ¡Qué inefables hilos de los que pende!
Por más que se sucedan Inviernos, Primaveras,
ella, mi pobre vida, no lo entiende.
Ella es dueña de mí. Yo soy su esclavo.
Todo lo que me ordena se obedece.
Viene siendo lo mismo que un regalo
de los que nadie, nadie se merece.
Mi vida es una blanca margarita
que crece al mismo tiempo que se esfuma.
Es mar que en las orillas de las playas
se pierde en las burbujas de su espuma.
Cargada está de amor y agradecida
con la encomienda de vivir y vive
con esa fe creciente de su entrega..
¡Ay, esta vida mía! Me prohibe
morir y de la muerte me separa.
¡Qué bien se ve que vivo cuando sufro
porque el dolor la vida me delata!
¡Qué bien se ve que sufro cuando vivo!
Pero la vida tiene sus raíces
en el amor. Por eso, cuando vivo,
soy de la vida y del amor cautivo
por más que nunca dejen cicatrices.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC