I
Mi dulce corazón, sé que a cliché pudiera sonar
pero debo admitir que cambiaste mi vida y mi forma de amar.
Desde el primer momento que empecé contigo a conversar ,
supe que eras un regalo de Dios, el que podía mi vida modificar.
II
Tú siempre me comprendes, mi encanto,
permanentemente eres mi amor incondicional.
Me ayudas sin criticarme, sin desearme ningún mal
y es por ello que te amo tanto.
I
Si no te tengo a mi lado me basta con ver una de tus fotografías
para que pueda sentirme feliz en ese día.
Mi vida ahora está llena de promesas
porque cada amanecer despierto con ilusiones sin asperezas.
IV
Tú me ayudaste a convertirme en una mejor persona.
Yo nunca pensé que pudiera amar de la forma en que te amo.
Sé que probablemente tú ya escuchaste esto anteriormente,
pero deseo decírte que mi amor por tí es sincero en cuerpo y mente.
V
Mi vida nunca mas volverá a ser la misma sin tu querer.
Te extraño a diario y cada día que pasa te amo más y más.
Ya no puedo esperar hasta cuando sea tu mujer,
y pasar juntos el resto de nuestras vidas, sin separarnos jamás.
VI
Mi amor , soy tuya.
Mi amor, sólo quiero ser tuya y de nadie mas.
Mi amor, no podría vivir sin tí.
Mi amor, tú lo eres todo en este mundo para mí.
p. ABDA. BRIGITTE FARFAN BENITES
POST. DIPLOMACIA Y CIENCIAS INTERNACIONALES
Guayaquil- El Ecuador-Sudamérica
Todos los derechos reservados a la Autora
17.06.2012