Oculta tras un velo
de agresividad cómica y falsa.
Como regalo del cielo,
junto a su ritmo de salsa
llego, con cierto camelo
y alegría que rebalsa ,
dulce como un caramelo
y atropellando sin pausa.
Mili una amiga…de esas locas!
llena de encanto y ternura,
de las cuales quedan pocas.
Con semejante bravura,
tan dura como las rocas,
le gana a la abatidura,
al dolor que le provoca
y hace temblar su cordura,
una afección que la acosa,
nada mas que de momento.
Porque a esta niña hermosa,
el Dueño del Firmamento,
no regalará otra cosa,
mas que salud en aumento,
un clavel, mas una rosa,
llenándola de contento!
® Susana Valenzuela
03-03-11