¿Te acuerdas?

No sé si lo recuerdes,
lo tengo tan grabado.
Recuerdo tu perfume,
tu delicada mano.
Te pido que lo intentes,
que no haya sido en vano.
No quiero que se esfume
aquel recuerdo grato.
Perdón por no aclararte,
que fue sólo un momento.
Te tuve un segundo
y se me hizo eterno.
Fue toda una obra de arte
aquel abrazo tierno.
En se me fue el mundo
y creo que lo pierdo.
Te abrazé por un costado,
no quise incomodarte.
Y ví aquella sonrisa,
no querí­as separarte.
Bajé lenta mi mano,
ya era un poco tarde.
Tu aroma fue la brisa
que supo delatarme.
Me postré sobre tu hombro
admirando tu cabello.
Las manos se encontraron
y sólo pienso en ello.
Sin morbo y sin ser otro
besé lento tu cuello.
Yo sé que nos miraron:
envidia tienen ellos.
Perdón por insistirte,
ya sé que no te acuerdas.
Pero al estsar conmigo
se fueron tus tristezas.
Tú tenías que irte,
llegaban las estrellas.
¿Y ahora qué les digo?
que te amo han visto ellas.
Maldita sea la hora
en que salí de ellos.
Perdóname mi vida
pues sólo fueron sueños.
Mañana como ahora
recorrerán mis dedos
aunque nunca lo pida
mis tiernos, tontos sueños.