Puse tantas cosas, sin esperar nada.
Todos los encuentros y tantos momentos,
como si supiera,que tú ya llegabas.
Dí mis anhelos,también mis esperanzas.
Tantas realidades y hasta quimeras,
miradas,besos,mil caricias y las esperanzas.
Entibié esas esperas y le diste fuego
y el volcán ardiente de tu territorio.
Fueron tantas noches y las madrugadas.
Quemaron tus llamas mi hojarasca.
Quemaste mi cuerpo y mis sueños todos.
Seguí dando tanto,para que cambiaras
y una madrugada,de esas,tantas, locas,
quedo tu recuerdo y mis sueños rotos
y noches vacías,que no fueron pocas,
queriendo cambiarlas,quizas,por otras.
Puse tantas cosas,sin que te quedaras
y la lava ardiente que me regalaste,
se enfrió en la distancia, esperando en vano
y en las madrugadas,que yo te esperaba,
escribi estas líneas,sin pensar en nada.
Puse tantas cosas y esperaba tanto
y vino el invierno,con su frío manto.