¿Cómo regreso a ti?
¿Cómo responder a esa pregunta?
¿Cómo no hacer lo inevitable?
¿Cómo no regreso a ti?
Ahogado, vaciado y perdido,
aun la duda no ha llegado,
mas lo inesperado me asecha,
varias lágrimas en un lago.
En la mañana no encuentro consuelo,
las nuevas horas me aterran,
lejos de lo querido,
el tiempo se ve derrotado.
Espero a que regrese,
mi respuesta, mi verdad,
aunque sepa a mentira
y arranque mi piel.
La mirada al cielo y los pies descalzos,
el sol ardiente y la espesura,
han tornado dolorosos mis pasos
y tibio el delirio.
Mi corazón disminuido,
ha perdido fuerza,
anhela tu llegada al horizonte,
a dejarse caer en dulzura.