Voy a contar, del amor, los pesares,
Que sólo en lagrimas se resuelven.
Y luego son ellas, los mismos mares
Donde el dolor y la soledad se desenvuelven.
Si el dolor, aún fiero, no mata
Mas sí atormenta a quien lo posee
Y después, cuando el amor se va, arrebata
Todo lo bonito, de lo que se quiere.
Al dolor no le sobran tormentos
Pues es cruel y no mata
Y una a una sus abominaciones ata
Y deja que reine lo malo de los sentimientos.
Ante tanta pena, y no burlada,
Trata de hallar algún consuelo
Un alma que vive por dolor desconsolada:
Un pase eterno al sufrimiento.
Y luego el dolor arde, más no quema
Y deja en cenizas el alma derrotada
Y sólo el llanto es quien apaga
Las llamas infernales del sufrimiento.
Y ya que explicar no puedo
Quedará sin palabras lo inexplicable
Pues que sirve que yo hable
Si el desastre ustedes lo estan viendo.
Dos bellas poesías en Página de Inicio adornan este, su Rincón. Diez a cada una de ellas. Un abrazo, Ivette Rosario.