Pude amarte
y tontamente te dejé,
te dejé como el niño al hombre deja;
tu querías que te amara
asi me lo reveló tu tan iluminada ventana,
y yo amarte pedía
y mi alma asi lo quería.
Pero ahora me toca decir que mia es la culpa
pués no te amé como debía hacerlo,
no te amé como ama a sus olas el mar,
no te comprendí, ni entendí
como comprende y entiende dios al barro vivo;
y hoy te pido perdón, perdón yo te pido.
Pero aún quiero amarte
y no sé si aún tú lo quieres,
y no sé eso a quien preguntar,
si tú aún quieres que te ame
por favor no me lo hagas saber
porque yo a ti amar nunca sabré,
y bien amada tú tendrás que ser;
y hoy tristemente te confieso amada mia,
¡yo no sé amar!.