EL ADIOS QUE NOS UNIO

Me creí de aquel pasado. . .libre

desde de tu lecho de sombras

Y aunque. . .

el mentón no medite en la mano

Mentiras cuando la noche empieza!

Y aunque la virtud del llanto

infecunda una lágrima

Pienso que Dios es tu dueño

que baña tu fatiga divina

y aunque la armonía

es una infinita espiga de trigo

bebo tu recuerdo

como pedías agua el último día

Entonces laten anhelos

como late tu estrella en el cielo

Y el mundo entre los brazos

con la congoja y el miedo

que la tierra se haya cansado

como tal compare aquella hora

Vivo el silencio y la calma

consuelan mis manos

y tu mirada a mi plegaria

Me inclino a tu aliento a rosas

bajo los párpados

No te veo y te siento

como una antorcha invisible

Vivo y duermo pensando en ti

Y tu alma. . .

mece el último adiós que unió.

LidiaNakasone