Sabes que...

Me bajaste de mi orgullo, sin quererlo.

Destruiste la muralla de mi ser.

Corregiste con tu cuerpo mis desmedros

Y me diste el infierno de saber.

Que no importa si la vida te da todo

Que no importa la felicidad

Si te tengo en mi historia codo a codo

Me he comprado la inmortalidad

Viviré para siempre en tu recuerdo

Y tu aliento me dará la libertad

Me alimento del perfume de tus sueños.

A mi lado no tendrás más soledad

Si es la muerte quien te aleja de mi vida

No lo creas, no tiene jurisdicción

Pues no hay muerte ni otra fuerza conocida

Que elimine de mi vida la pasión.

Tú fantasma, tu juez y tu asesino.

Tu alegría, tu tristeza y tu dolor.

Carcelero de tu sexo y tú destino

Prisionero para siempre de tu amor.